Los procesos básicos de aprendizaje son aquellas habilidades o capacidades necesarias para llevar a cabo cualquier aprendizaje, permitiendo acceder a la construcción de conocimiento a través de las diferentes metodologías.

Los procesos básicos tales como el lenguaje, la atención, la percepción, la memoria y la motivación son esenciales para el aprendizaje. Por ejemplo, el lenguaje está intrínsecamente conectado con todo contenido temático. Actúa como el principal vehículo o canal en el proceso educativo. Todo conocimiento que el niño debe adquirir se transmite a través del lenguaje, ya sea por medio del lenguaje oral o escrito.

Por otro lado, la atención es crucial en el proceso de aprendizaje. La falta de atención, el no escuchar instrucciones o el no mantener el foco puede impedir que el niño complete la tarea asignada. Sin atención, es imposible consolidar los conceptos en la memoria.

Con respecto al proceso mental de la memoria; en el aula, el niño necesita utilizar la información que oye, así como la que tiene almacenada en la memoria de trabajo. Si las habilidades de memoria del niño son limitadas, no podrá anticiparse a la siguiente tarea mientras se concentra. Por ejemplo, no conseguirá recordar la frase que el maestro dictó mientras trata de recordar cómo se escriben las palabras de dicha frase.

Por último y no menos importante está la motivación de cada niño/a. Sin una correcta motivación para aprender cosas nuevas, el trabajo de aprender se volverá pesado, aburrido y poco atractivo.